Fuente: www.farmaindustria.es
El sector farmacéutico es de alto riesgo; para muestra, un dato: de cada diez nuevos medicamentos sólo tres recuperan la inversión en I+D realizada por las compañías. Sin embargo, esa constante inversión en investigación se traduce en beneficios sanitarios, económicos y sociales. Así lo recordaron este jueves el experto en Economía de la Salud Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, y Pedro Luis Sánchez, director de Estudios de Farmaindustria, en una entrevista en el programa Es la tarde Dieter, de esRadio.
“Frente a lo que algunos pueden pensar, que en el sector farmacéutico se recupera la inversión y goza de una alta rentabilidad, hay que decir que es lo contrario. Para sacar un nuevo medicamento al mercado, que pase los filtros de todas las agencias reguladoras, hay que investigar unos 10.000 compuestos”, señaló Sánchez. Superado esto llega la batalla en el mercado, que tampoco es fácil. “De hecho, de cada diez medicamentos que salen al mercado sólo tres recuperan el coste en I+D”, añadió.
Tampoco es correcto que la industria farmacéutica esté dejando de lado el área de los medicamentos huérfanos, respondió Hidalgo a pregunta de Brandau. “Esta afirmación es pura desinformación, porque precisamente el campo de los medicamentos huérfanos es donde más foco está poniendo la industria farmacéutica. Incluso está funcionando bien el sistema de incentivos públicos para que pequeñas empresas, que posteriormente suelen adquirir las big pharma, investiguen estos fármacos para enfermedades raras”, explicó el presidente de la Fundación Weber.
El responsable del Departamento de Estudios de Farmaindustria también refutó las críticas de quienes ponen en cuestión el alto precio de algunos medicamentos. “No se puede hablar de un precio aislado sin tener en cuenta el coste medio de investigación de medicamentos, unos 2.700 millones de euros de media, que hay que gastar antes de que el fármaco llegue al mercado. Muy pocas veces se sigue leyendo esos artículos o informaciones hasta el final para conocer que ese medicamento servirá para tratar sólo a quince pacientes. Asimismo, se olvida siempre que el 50% de los fármacos que se dispensan en oficina de farmacia en España cuestan menos de 5 euros”.
Brandau preguntó a los expertos por la propuesta del partido que lidera Íñigo Errejón, Más País, de crear una farmacéutica pública para abaratar el coste de los medicamentos. Ninguno ve sensata la idea, dadas las exigencias de tiempo, recursos y alto riesgo que supone la investigación biomédica, que implica a centros e investigadores de muchos países a lo largo de muchos años. “El sector público tiene que tener la intención de hacer la inversión de 2.700 millones de euros que vale de media un nuevo fármaco, lo que no parece probable”, valoró Hidalgo, que apuntó en cambio ámbitos claros de colaboración público-privada: “Sí sería recomendable fomentar los canales entre la investigación básica y la aplicada para que se traduzca en mejoras para los pacientes”.
Sánchez apeló de nuevo a la sensatez, la experiencia de éxito demostrada que es el modelo de investigación liderado por la industria farmacéutica en el mundo y la capacidad de diálogo y cooperación con la Administración. “Desde Farmaindustria tratamos de contar la realidad de la investigación y comercialización de medicamentos a todos los agentes y representantes políticos; algunos prestan más atención; otros, menos. Algunos tienen posiciones ideológicas que son complicadas de rebatir desde el punto de vista económico, pero en la mayoría de los casos solemos poder transmitir dicha realidad”, reflexionó.
Los expertos explicaron, por otro lado, la aportación del medicamento más allá de lo sanitario, es decir, desde un punto de vista económico y social. “Gracias a que te puedes tomar un medicamento si sufres una jaqueca -manifestó Hidalgo a propósito del ejemplo que ponía el conductor del programa- puedes hacer este programa de radio y no cogerte una baja. Un estudio en Alemania revela que por cada medicamento nuevo que se aprueba se reduce una media de 200 años la incapacidad laboral”.
A propósito de la sostenibilidad del sistema sanitario español, ambos expertos incidieron en que, en materia de salud, no se puede hablar en términos de gasto, sino de inversión. “Es una cuestión de largo plazo. Los estudios que conocemos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Comisión Europea (CE) indican que el presupuesto destinado a Sanidad hoy en España es del 5,9% del PIB y que en 2070 será del 6,5%. Sólo se aumentará seis décimas sobre PIB. Lo que están diciendo los estudios es que el gasto aumentará un poco por el envejecimiento y los nuevos medicamentos, pero lo hará en un porcentaje de aportación que ya tienen otros países de la Unión Europea hoy. Por lo tanto, no existe un problema de sostenibilidad”, concluyó el responsable del Departamento de Estudios de Farmaindustria.
En Distefar estamos de acuerdo con las palabras de Pedro Luis Sánchez sobre los costes que las industrias farmacéuticas tienen que soportar para sacar un nuevo medicamento al mercado.