Fuente: www.farmaindustria.es
Dentro de la terrible pandemia que azota al mundo ha habido algunas buenas noticias, como la demostración del liderazgo de España en investigación clínica. Se ha puesto de manifiesto con claridad la fortaleza y la colaboración de años atrás entre Agencia Española de Medicamentos (Aemps), investigadores, centros, pacientes y compañías farmacéuticas promotoras, que ha dado como resultado que el país fuera avanzando hasta ser una referencia internacional en investigación clínica. ¿La mejor prueba? En apenas tres meses, España se ha convertido en el primer país europeo y cuarto del mundo por número de ensayos clínicos contra el coronavirus, hasta sumar un centenar a día de hoy.
Este buen hacer en materia de investigación biomédica ha tenido su reflejo durante la pandemia también en ensayos clínicos para otras patologías no relacionadas con el SARS-CoV-2 (el 80% de estos estudios son impulsados por la industria farmacéutica). El compromiso y colaboración de todos los agentes públicos y privados dedicados a esta valiosa tarea han hecho posible que en ningún caso los pacientes que participan en ensayos clínicos se hayan quedado sin su tratamiento y que, sin haber acabado con el virus y siempre garantizando la seguridad de los pacientes, se haya comenzado a normalizar la situación en este terreno.
A pesar de que el coronavirus ha golpeado a España más que a otros países de la Unión Europea, el proceso para retomar el ritmo habitual en la investigación clínica se está produciendo de igual manera que en otros Estados y ya se puede hablar de una recuperación casi total de la actividad, siempre en función de las características y situación de cada centro.
En este sentido, el Registro Español de Ensayos Clínicos (REEC) revela que en el primer semestre del año la Aemps ha autorizado cerca de 400 ensayos clínicos para patologías distintas al coronavirus, lo que da muestras del interés por parte de los agentes implicados en la investigación clínica en España por no detener el progreso médico.