Las inmunoterapias denominadas células T del receptor de antígeno quimérico (CAR) utilizan versiones modificadas genéticamente de las células inmunitarias del propio paciente para combatir el cáncer. Estos tratamientos han dinamizado la atención del cáncer, especialmente en personas con ciertos tipos de cánceres de la sangre.
Bajo este contexto, científicos del Instituto Sloan Kettering (SKI) del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (EEUU) han desarrollado nuevas células CAR T que pueden fabricar medicamentos.
Las células CAR T de emisión estándar están diseñadas en el laboratorio para reconocer marcadores específicos en las células cancerosas. Cuando estas células se devuelven a un paciente, proliferan y atacan, actuando como una especie de “fármaco viviente”.
A pesar de su utilidad para el tratamiento de cánceres de sangre, existen varias limitaciones en los modelos CAR T actuales. Una es que las células CAR T solo pueden matar las células cancerosas que contienen el marcador para el que están diseñadas para reconocer. Pero no es raro que las células cancerosas dejen de producir este marcador y, por lo tanto, “escapen” de la terapia.
Un segundo problema es que las células CAR T pueden “agotarse” e incluso ser inhibidas por las propias células cancerosas. Por último, las CAR T existentes funcionan bien solo contra los cánceres de sangre a los que pueden alcanzar fácilmente. Contra los tumores sólidos densos en el pulmón o la mama, en su mayoría son impotentes.
Una “microfarmacia”
Para superar estos obstáculos, un equipo de investigadores de SKI ha diseñado un tipo completamente nuevo de célula CAR T que actúa como una “microfarmacia” y puede administrar una carga útil de fármaco directamente a un tumor, matando tanto las células tumorales que contienen el marcador de cáncer así como las células cancerosas cercanas. “Tal es así que, las células manipuladas pueden producir el fármaco incluso después de agotarse y el cáncer no suprime el fármaco”, según el estudio.
Los investigadores vincularon el medicamento contra el cáncer a otro químico que “enmascara” su función. Luego, diseñaron genéticamente las células T para producir una enzima que corta la molécula enmascaradora del fármaco.
Las nuevas células se han denominado “SEAKER”. “SEAKER significa células KillER armadas con enzimas sintéticas. Estas células combinan el poder de búsqueda de objetivos de las células inmunes con la capacidad de generar localmente un potente fármaco contra el cáncer para un doble efecto“, explica el médico-científico David A. Scheinberg, presidente del Programa de Farmacología Molecular en SKI, quien también dirige el Centro de Terapéutica Experimental.
“A diferencia de los medicamentos de molécula pequeña, las células humanas son muy buenas para producir enzimas, por lo que las células CAR T pueden producirlas de manera eficaz”, agrega el Dr. Derek Tan, colaborador del Dr. Scheinberg.
Cuando la versión inactiva del fármaco, llamada profármaco, se inyecta en el torrente sanguíneo, circula por el cuerpo. La enzima producida por las células CAR T actúa como una tijera, liberando la parte activa del profármaco en el sitio del tumor.
Los científicos probaron sus células SEAKER tanto en células cancerosas como en modelos de ratón. En ambos casos,estos nuevos modelos dieron mejor resultado que las células CAR T normales para matar las células cancerosas, según se indica en el estudio. El equipo de SKI también demostró que sus células SEAKER funcionan con varios profármacos diferentes y varias enzimas de escisión diferentes, de ahí que se refieran a esta tecnología como una “plataforma”, cuyas características han sido publicadas en ´Nature Chemical Biology´.