
Un informe del SUERF advierte que las tarifas impuestas por Washington en 2025 afectarán especialmente al sector farmacéutico en Europa, cebándose con países como Irlanda, Bélgica y Alemania.

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La industria farmacéutica europea podría ser la gran perjudicada por los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos en 2025, según un análisis publicado por la Oestrreichische Nationalbank (OeNB) en el SUERF Policy Brief nº 1286.
Este estudio, elaborado por los economistas Martin Schneider y David Richard, estima que el valor añadido total de la eurozona podría caer un 0,2% en el primer año y hasta un 0,5% a diez años, con un impacto desproporcionado sobre el sector farmacéutico, que registraría una contracción de hasta el 4,8% en el corto plazo. Según el informe, el sector farmacéutico es el más vulnerable debido a su alta exposición exportadora a Estados Unidos y a la concentración geográfica de la producción.
Irlanda, donde el sector farmacéutico representa una gran parte del PIB industrial, sufriría una caída de hasta el 1,2% en el valor añadido nacional, la más alta de la eurozona. Le siguen Bélgica (-0’3%), Países Bajos (-0,2%) y Alemania (-0,2%), que también registran pérdidas notables debido a su papel en la cadena de suministro farmacéutica europea.
El análisis se basa en un modelo global de insumo-producto (input-output) construido a partir de los datos de la OCDE de 2019, con el que se simularon los efectos de los aranceles estadounidenses introducidos entre enero y agosto de 2025.
El modelo evalúa cómo la reducción de importaciones europeas en EEUU se traduce en menor producción, valor añadido y empleo dentro de la eurozona, considerando también los efectos indirectos sobre las cadenas globales de valor y los intercambios intracomunitarios.
“La reducción de importaciones europeas en EEUU se traduce en menor producción, valor añadido y empleo dentro de la eurozona”
No obstante, los autores advierten que se trata de una evaluación estática, que no incluye posibles ajustes de precios, reubicaciones productivas ni políticas compensatorias, por lo que los resultados podrían subestimar o sobredimensionar el impacto real.
El informe concluye que, aunque el efecto agregado sobre la eurozona no es devastador, ciertas industrias estratégicas, como la farmacéutica, requieren respuestas coordinadas de política económica.
Entre las recomendaciones se incluyen reforzar la diplomacia comercial con Estados Unidos para evitar una escalada arancelaria, apoyar a las empresas farmacéuticas más dependientes del mercado estadounidense mediante incentivos a la diversificación, fortalecer el mercado único europeo para compensar la pérdida de competitividad exterior y acelerar la relocalización parcial de cadenas de suministro críticas dentro de la UE.
La industria farmacéutica es una de las mayores exportadoras de alto valor añadido de Europa, con una fuerte presencia en Irlanda, Bélgica, Alemania y Suiza. El informe advierte de que, de mantenerse los aranceles, el bloque podría perder cuota de mercado internacional frente a competidores como China y la India, especialmente en productos biotecnológicos y genéricos de última generación. “Los resultados muestran que la exposición del sector farmacéutico europeo a Estados Unidos representa un riesgo económico tangible”, señalan los autores, “y que la pérdida de competitividad podría tener consecuencias estructurales si los aranceles se prolongan en el tiempo”.
En conclusión, el estudio de OeNB y SUERF advierte que los aranceles estadounidenses de 2025 podrían frenar la recuperación industrial de Europa y golpear de forma particular a su sector más innovador y exportador, el farmacéutico.